Los túneles viarios urbanos bajo la Plaza de les Glòries se enmarcan dentro de la reforma de esta zona de la ciudad de Barcelona, y tienen como objetivo permitir el paso soterrado del tráfico de la Gran Vía, uno de los principales accesos a la ciudad, a fin de construir un gran parque en superficie.

La primera fase del túnel tiene una longitud de unos 700 m. En planta es aproximadamente recto, mientras que en alzado el trazado está formado por dos rampas unidas por un acuerdo vertical. En los extremos el tráfico discurre en superficie, y en su punto más bajo, la rasante está situada a una profundidad de unos 27 m. Esta gran profundidad es necesaria ya que el túnel cruza por debajo de otros 3 túneles: 2 de ferrocarril y uno de metro.

En sección transversal, el túnel dispone de dos calzadas aptas para tres carriles cada una, separadas en el centro por bataches de hormigón, típicamente. Las pantallas laterales, de un espesor de 1.00 m en las zonas más profundas, están arriostradas mediante hasta tres niveles de puntales (incluyendo la cubierta) y la contrabóveda. Durante el proceso de excavación son necesarias dos filas de anclajes provisionales en algunas zonas.

La profundidad máxima de excavación respecto a la superficie es de unos 30.5 m, ya que bajo la rasante existe un relleno de 1.00 m de espesor y una contrabóveda de 1.80 m de canto y 0.70 m de flecha.

Un condicionante crítico en el diseño del túnel ha sido la gran subpresión existente. Téngase en cuenta que el nivel freático se sitúa en z=+2.00 m, y la máxima excavación en z=-15.00 m, aprox. Además de condicionar el armado y el canto de pantallas y contrabóveda, la subpresión ha obligado a estudiar con detalle la flotabilidad del conjunto de la sección, así como el nivel de carga existente en los bataches de la alineación central.

Se ha puesto a punto un procedimiento constructivo específico para las pantallas de testera (las pantallas transversales junto a los túneles que deben cruzarse), en el que se emplean anclajes e inyecciones al terreno. El objetivo de este procedimiento es minimizar los desplazamientos en estas pantallas y, por tanto, también en los túneles existentes.

La cubierta del túnel se diseña en su mayor parte mediante puntales de hormigón armado situados cada 6.00 m, sobre los que se disponen placas alveolares de 40 cm de canto y una losa de compresión de 10 cm. Sobre esta cubierta, está previsto un relleno de tierras de 1.50 m de espesor. Los puntales trabajan verticalmente como vigas continuas de dos vanos.