Los túneles se sitúan en el tramo Vilariño – Campobecerros de la línea de alta velocidad (AVE) Madrid – Galicia, cerca de la ciudad de Orense.

La mayor parte del tramo corresponde a dos túneles paralelos perforados mediante máquina tuneladora. En estos túneles se alcanza una montera de hasta 200 m en areniscas, calizas y pizarras. La máxima presión de agua a la que se ven sometidos los túneles equivale a una columna de agua de 140 m. Adicionalmente, los túneles atraviesan varias fallas.

Se diseñaron cinco tipos de dovelas, capaces de resistir esfuerzos axiles comprendidos entre 3500 kN/m y 8500 kN/m (carga axial debida tanto a empuje de tierras como presión de agua).

La geometría es común en todos los anillos:

• Siete dovelas en cada anillo (anillo universal). El radio de curvatura máximo que puede conseguirse, tanto en planta como en alzado, es de 300 m.
• Diámetro exterior: 9500 mm.
• Espesor: 370 mm.

La calidad del hormigón es variable entre HA-40 y HA-60.

Debido a la elevada presión de agua actuante, se diseñó una junta radial innovadora, con doble sellado. El uso de doble sellado reduce la sección de contacto entre dovelas, por lo que la carga axial se transmite mediante una superficie menor. Ello obligó a diseñar cuidadosamente el detalle de la junta.

Los falsos túneles de los emboquilles se diseñaron de modo que el propio anillo de dovelas pudiera usarse como encofrado interior. El encofrado exterior fue de tipo convencional.

El relleno máximo en clave de los falsos túneles es de alrededor de 17 m, con una considerable asimetría en sección transversal.

En todos los casos, la losa inferior de los falsos túneles se usó para el montaje o el desmontaje de la tuneladora.